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Las subdivisiones del Reino de Yugoslavia (inicialmente conocido como el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos) existieron sucesivamente en tres diferentes formas. Entre 1918 y 1922, el reino mantuvo la organización pre-1ra guerra mundial en las subdivisiones con las que Yugoslavia eran sus estados predecesores. En 1922, el estado fue dividido en 33 óblasts o provincias y en 1929, un nuevo sistema compuesto por nueve banovinas sería implementado.
Subdivisiones pre-Yugoslavas (1918-1922)
De 1918 hasta 1922, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos continuó estando subdividido bajo el sistema preponderante era el de las divisiones dejadas por Austria-Hungría anteriores a la 1ra guerra mundial, y por la de los estados de los Balcanes anteriormente independientes y fusionados en la nueva entidad, como el Serbia y el Montenegro.
La Constitución de Vidovdan, de 1921, estableció que el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, ya en la figura de un estado unificado, y en 1922, 33 nuevos óblasts administrativos (condados) los que rigieron desde el centro, donde fueron instituidos. Esto no guardan relación alguna con las divisiones territoriales anteriores.
Desde 1929, el reino fue subdividido en nueve nuevas provincias llamadas banovinas (banatos). Sus fronteras fueron trazadas intencionalmente para tratar de evadir ciertos conflictos y no correspondían a las fronteras entre grupos étnicos, o con las fronteras imperiales vigentes en la preguerra. Esta fueron nombradas por varios accidentes geográficos destacados, mayormente por los ríos cercanos. Cambios ligeros a dichas fronteras fueron hechos en 1931 con la nueva constitución yugoslava. Las banovinas eran las siguientes: